mayo 15, 2024
El vídeo se ha convertido en uno de los formatos más potentes para comunicar, vender, enseñar o simplemente conectar con una audiencia. Pero detrás de cada buen vídeo hay algo que muchas veces pasa desapercibido: un buen guion.
No importa si el vídeo dura 30 segundos o 10 minutos. Si no está bien pensado, estructurado y escrito, es muy difícil que funcione. Un guion no solo es el texto que se dice: es la base sobre la que se construye todo el contenido, desde el mensaje hasta el ritmo, el tono o las imágenes.
En este artículo vamos a ver qué debe tener un buen guion para vídeo, cómo se estructura, qué tipos existen y qué errores debes evitar si quieres que tu vídeo comunique de verdad.
Un guion para vídeo es un documento que organiza de forma clara qué se va a decir y mostrar en un vídeo. Puede incluir tanto los diálogos o locuciones como las indicaciones visuales, de música, ritmo o transiciones.
En función del tipo de vídeo, el guion puede ser más o menos técnico, más o menos creativo. Pero siempre debe cumplir una función: transmitir el mensaje de forma clara, directa y adaptada al público y al formato.
No es lo mismo escribir para YouTube que para una campaña publicitaria, un vídeo corporativo o un tutorial. Cada tipo de vídeo tiene su lógica, su tono y su estructura.
Un vídeo con buena calidad de imagen pero mal guion puede parecer bonito… pero vacío. En cambio, un vídeo con pocos recursos pero con un mensaje claro y bien escrito puede ser memorable.
Estas son algunas razones por las que el guion es tan importante:
Ahorra tiempo y errores en la grabación
Define con precisión el mensaje que quieres transmitir
Permite planificar los recursos necesarios (imágenes, voz, música, etc.)
Ayuda a mantener la atención del espectador
Mejora la coherencia entre lo que se dice y lo que se muestra
Facilita la edición posterior y da orden al contenido
Prácticamente todos, aunque en distinta medida. Aquí algunos ejemplos:
Vídeos corporativos
Presentan la empresa, sus valores, historia o servicios. El guion debe ser institucional, pero cercano y claro.
Vídeos publicitarios o promocionales
Enfocados a captar la atención y generar deseo. El guion debe ser persuasivo, directo y con un ritmo ágil.
Vídeos para redes sociales
Breves, impactantes y pensados para captar la atención en segundos. Aquí el guion debe tener gancho desde la primera frase.
Tutoriales o formativos
Explican procesos paso a paso. El guion debe ser claro, ordenado y fácil de seguir.
Vídeos de producto o demostraciones
Muestran cómo funciona algo. El guion debe destacar beneficios, resolver dudas y facilitar la comprensión.
Testimonios, entrevistas o formatos documentales
Aunque puedan parecer espontáneos, muchas veces también se preparan con guiones guía o esquemas.
1. Define el objetivo del vídeo
Antes de escribir una sola palabra, debes tener claro qué quieres conseguir: ¿informar?, ¿vender?, ¿emocionar?, ¿entretener?
2. Piensa en el público
¿Quién lo va a ver? ¿Qué le interesa? ¿Qué tono encaja mejor? No es lo mismo hablarle a directivos que a estudiantes o a potenciales clientes.
3. Escribe una idea central
Todo buen vídeo gira en torno a una idea. Si no la tienes clara, el guion se desordena. Resume esa idea en una frase y úsala como brújula.
4. Crea una estructura básica
Aunque cada vídeo es distinto, la mayoría siguen esta estructura:
Inicio potente (gancho): capta la atención en los primeros 5-10 segundos
Desarrollo: explica, cuenta o muestra lo que necesitas
Cierre: resume o lanza una llamada a la acción clara
5. Escribe para el oído, no para la vista
Un guion de vídeo no se lee, se escucha. Usa frases cortas, lenguaje natural y evita palabras complicadas. Lee en voz alta lo que escribes para comprobar que suena bien.
6. Usa recursos audiovisuales desde el guion
Aunque el texto es importante, el vídeo también se apoya en imágenes, música, transiciones y efectos. Puedes anotar en el guion lo que se verá en cada momento.
7. Añade una llamada a la acción
¿Qué quieres que haga quien vea el vídeo? Suscribirse, comprar, visitar una web, compartir… El final debe dejarlo claro.
8. Revisa y ajusta
Recorta lo innecesario. Cada segundo cuenta. Un guion eficaz va al grano y se adapta al tiempo disponible.
Formato: Vídeo corporativo de 1 minuto
[VISUAL]: Logo animado / imágenes del equipo
[LOCUCIÓN]: “Somos [Nombre de empresa], un equipo que cree en hacer las cosas con cabeza y corazón.”
[VISUAL]: Vistas de la oficina / productos en acción
[LOCUCIÓN]: “Diseñamos soluciones personalizadas para marcas que quieren destacar en lo digital.”
[VISUAL]: Cliente satisfecho / pantallas de resultados
[LOCUCIÓN]: “Ya confían en nosotros más de 150 empresas de todo el país. ¿Te unes?”
[VISUAL]: Logo final + llamada a la acción
[LOCUCIÓN]: “Descubre más en [web] o escríbenos. Estaremos encantados de ayudarte.”
Empieza fuerte. Si los primeros segundos no enganchan, el resto no importa.
Usa un lenguaje cercano y comprensible. Evita tecnicismos innecesarios.
Piensa en ritmo. Alterna frases largas y cortas. Usa silencios si encajan.
Inspírate en otros vídeos, pero no copies. Encuentra tu estilo.
Sé fiel a la identidad de tu marca. El guion también construye reputación.
Adáptate al formato: no es lo mismo un reel de Instagram que un vídeo para una feria comercial.
Google Docs o Notion para escribir y estructurar el guion
Descript para transcribir y editar locuciones
Canva o Adobe Express para diseñar storyboards
Premiere, Final Cut o CapCut para edición
Banco de músicas libres como Artlist o Epidemic Sound
Micrófono y grabadora decentes si tú mismo haces la locución
Un buen guion es el punto de partida para un vídeo que realmente impacte. Es donde se define la intención, el ritmo y la emoción. Y aunque no se vea, se nota.
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